miércoles, 12 de enero de 2011

HAY QUE TENER LOS OÍDOS BIEN ABIERTOS I


Caminaba viendo lindos cuerpos con fabulosas “delanteras”, “retaguardias” de deleite singular y además de rostros de porcelana que hiciesen a uno gozoso, un cuadro de extrema belleza.

Mientras andaba pude escuchar que un ángel en rostro de mujer peleaba de manera insidiosa con alguien mediante el celular. Yo me dije “retrasaré el paso” y así lo hice luego de un movimiento audaz le dije “problemas linda” ella me sonrío y comenzó a contarme algunos detalles el motivo de esa acalorado discusión.

Yo que la contemplaba y me iba enamorando de sus bellos ojos y de su espectacular “delantera” sin importar que fuese pequeñita, “la belleza viene en frasco pequeño” me dije entusiasmado.

Caminamos unos pasos y le propuse descansar en una banca donde conversamos más extenso, le obsequié algunas plaquetitas y quedamos en vernos otro día, ella gustosa aceptó e intercambiamos números de celular y además de correos electrónicos.

Yo no le sacaba la mirada a sus ojos claros y su cuerpo cimbreante que ya me estaba volviendo loco, ella que celebraba mis bromas y se despedía y yo mirándola sin despedirme, la miraba.

JULIO CÉSAR BENAVIDES PARRA
11/01/11

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