sábado, 1 de enero de 2011

DE LOS ROMANCES A BORDO

Estaba esperándola en una banca la había llamado y ella demoraba pero me decía que demoraría, luego mientras contemplaba un monumento y también envidiaba a los pródigas caricias de las parejas de al lado. Me abordó un amigo que me halló y que en ese momento de espera me pareció bastante incómodo, me logró claro eso sí vender un libro y luego me deshice de él.

Pero se había pasado mi compañera, la de los fascinantes ojos y escultural cuerpo, luego desesperado la llamé, estaba a punto de tomar su auto yo rápido la alcancé. Luego de conversar amigablemente “hola que tal” y proponerle ir a un lugar bonito y acogedor nos movimos.

Primero en couster hasta la altura de palacio y luego de ahí en un taxi más caro, que huevo de avestruz pero la mujer a mi lado era mi fascinación para mi ojos y en el local comprar de acuerdo a sus pedidos luego a hablar de nosotros ella me mantuvo a raya y yo qué pena, qué desconsuelo.


Luego de solamente hablar y yo lanzar propuestas que rebotaron fuimos en el mismo auto y yo bajé en Tomás Valle y de ahí tomé una pequeña combi, en ese lugar se dio la sorpresa conocí un chica hermosa: de gran boca, piel trigueña, ojos grandes, cabello castaño y grandes senos entre las pocas luces del vehículo, la abordé, me pareció fascinante así como yo para ella y ahí nos acompañamos hasta su casa y ahí comienza otra historia.

JCBP
01/01/10

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