martes, 12 de enero de 2010

EL SILENCIO DE LA MÁQUINA- JULIO FABIÁN SALVADOR

Poniendo en duda la existencia del ser, el camino transitado de lo existencial, tal vez la certitud de la realidad no es verdadera ahí vemos a Descartes en estas líneas. La preocupación por el ritmo y rutina del mundo y nuestra existencia en los ojos de Ernesto Sábato y Graham Greene.

Como procesión de textos con preocupaciones muy humanas y además apocalípticos Aldous Huxley y H. G. Wells tienen participación como reflejos en estos versos que como todos sabemos pertenecen al amigo y poeta Julio Fabián Salvador.

¿Qué es el fatalismo? ¿El final de mundo? ¿La destrucción del mundo? Llegamos a la conclusión que todo acaba cuando uno muere.

“El amor me guiará a la muerte” frase barroca asociada, al siglo de oro español o a la literatura inglesa, al fatalismo “in extremis” de Francesco Petrarca. El primer ser humano no podría imaginar que al estar en su caverna y al usar las piedras creó herramientas para su propia destrucción.

La mención de los caminos hacia donde el hombre va, la diferencia entre lo estático y dinámico, pero el camino está en “el sendero donde los caminos se bifurcan” de Borges o en Antonio Machado “caminante se hace camino al andar”. El mundo con sus misterios y las búsquedas científicas en la literatura nos lleva a Julio Verne.

El pastor que observa el cielo y las contemplaciones del universo, la edad media, la literatura italiana, Ovidio. El hombre capaz de construir y destruir con tanta facilidad. Conoce el amor y la guerra para devastarse. La filosofía, la física y la literatura ejes de la vida y el arte de este escritor que nos abre las puertas de su mundo en forma de poesía

COMENTARIO: JULIO CESAR BENAVIDES PARRA

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