miércoles, 22 de diciembre de 2010



HUYENDO DE LA MUERTE O VIVIENDO CON ELLA

VOY HACIA MI CUERPO: POEMARIO DE AUGUSTO RODRÍGUEZ

Enfrentarse a la idea de que el cielo o el infierno son las estancias para quien muere y la muerte sacude el cuerpo con mucho dolor y este se transforma en una sensación que no tiene palabras que lo describan (I-X)

LOS PRECIPICIOS DE LA MUERTE

Que es el ser humano sino presencia momentánea –efímera desaparece y se convierte en cuerpo prestado de vida que siempre está condenado a morir, a renunciar a la inmortalidad porque su naturaleza lo lleva cada día a la muerte (I.VI).

Que es la esencialidad de la vida para comprender que termina en la nada inexistente cada parte del cuerpo se quiebra como la mínima parte de un todo, se anula (I-V).

CÓRNEAS VACÍAS

Hay muchas cosas en nuestra humanidad que al estar en el vacío nos lleva al abandono del corpóreo, la negación o el lamento del estado vivificador (I-XIV).

CABEZAS QUEMADAS

Comienza por la cabeza, la muerte va cayendo por pedazos se va agotando la vida. El temor se cansa, el cuerpo es una materia viva que se muere por dentro. Si el ojo logra ver las luces, ve la vida aún.

El morir, el cuerpo, la cabeza y los tumores se lo van comiendo. El cáncer, los tumores y el cáncer todos juntos lo carcomen el cuerpo yace muerto. (I-IX)

JULIO CÉSAR BENAVIDES PARRA

22/12/10

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