sábado, 6 de febrero de 2010

DEL VITALISMO O LA MOTIVACIÓN PARA LA EXISTENCIA SEGÚN LA LITERATURA

Recuerdo entre mis lecturas la novela “La Perla” de John Steinbeck, Kino encuentra esta la perla, la cual es el principal impulso para su vida y sueños. También en “El viejo y el mar” el viejo pescador no tiene más meta y afán que llegar a la costa con el gran pez. En la vida de Marcel Proust novelista francés su mayor fuerza pese a su endeble salud fue escribir su obra “En busca del tiempo perdido”. En la novela “María” de Jorge Isaacs, María, la protagonista no tiene mayor fuerza para vivir pero lo sigue haciendo por su amado Efraín. “En el amor en los tiempos de cólera” sus años y sus conquistas no superan al gran amor de la vida del protagonista: Novela de Gabriel García Márquez. Julius, personaje de la obra “Un mundo para Julius” vive fascinado con el trato de la servidumbre más que con su familia es como un aliento para llevar una vida llevadera. Esta es la obra capital de Alfredo Bryce Echenique. Vemos un eje igual aunque desde varias ópticas

Siguiendo con los impulsos que hacen de nuestra vida de diferentes perspectivas algo llevadero y mejor. Se puede citar el libro de Mario Vargas Llosa “Las travesuras de la niña mala” para el narrador esta locuaz y disparatada personaje lo es un todo”, o en el conocidísimo poema “La niña de la lámpara azul” ojos fascinados del observador y poeta José María Eguren, otro caso capital es Miss Orquídea en el relato de Abraham Valdelomar “El vuelo de los cóndores”. Sumamos la visión amplia de todos los colores de piel y razas en “Todas las sangres” de José María Arguedas. Siempre fuerzas que suman energías a la vida.

El sello inconfundible de un hombre sensible en “La dama de las camelias” de Alejandro Dumas(hijo), su personaje se trata de reconstruir emocionalmente. “Madame Bovary” como una radiografía de un personaje en particular que nos ilustra toda una época gracias a la maestría de Gustave Flaubert. Como el mundo interior del inconsciente se nos abre como radiografía imaginaria para darnos obras de gran aliento y maestría. Escribir bien o morir en el intento.

Después de la filosofía y la reflexión hay que actuar para no acabar destruyendo lo que queda en “La Caverna “ de Saramago se propone ello ¿Cómo conozco realmente la cultura de mis ancestros y a mi padre explorando cual estetoscopio su mundo interior técnica propuesta V.S. Naipaul “Una casa para el señor Biswas”. Buscando de nosotros mismos y de nuestro pasado para hallar nuestras propias respuestas como “lev motiv” de la literatura.

Estos impulsos están en Antón Chejov médico de profesión la cual nunca ejerció pero nos entrega estos rezagos de ello cuando escribe el magistral relato “La sala seis” En Fiodor Dostoievski la contradicción que hizo que se salvase de ser fusilado, pero eso si al estuvo en la Siberia lo transmite mediante Raskolnikov magistral personaje de “Crimen y Castigo” o el conmovedor documento literario Archipiélago Gulag” de Alexander Soljenitsin. La vida misma se abre para hacer literatura.

En la literatura peruana las búsquedas por reivindicar lo nuestro se dieron en “Los Comentarios Reales de los Incas” de Garcilaso de la Vega, así como también en la obra “Ollantay” al saberse que fue un autor español en esta obra se ve como una cultura avasalladora en el proceso de colonización en lo intelectual llegó a tener un momento de pausa donde muestra fascinación por nuestra historia. Mariano Melgar trata de poner su concepto de peruanidad rescatando para sí los “yarav픕 La motivación para escribir el concepto de lo nuestro.

En España hay que apuntar el caso de Federico García Lorca, el espíritu gallego, y el alma gitana rescatados en su obra. También al igual que los juglares en la antigüedad Gustavo Adolfo Bécquer hizo acopio del espíritu dormido en España mediante las “Leyendas”. Hay que ir al pasado para levantar el espíritu dormido de un país fueron los caminos de estos autores para escribir. Al escribir una obra o leerla es un nuevo aire y alimento para la vida de quien lo realiza.

04/02/10

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