Editor: Julio César Benavides Parra
Ediciones Vicio perpetuo, vicio perfecto

DIAGRAMACIÓN: Michael Jiménez Melchor

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VICIO PERPETUO

Noviembre 2009 N° 13 AÑO: 3

VISTA DE PONTOISE: Camille Pissarro

TERAPIA
Para no sucumbir
ante la tentación
del precipicio
el mejor tratamiento
es el fornicio

SATURACIONES Y TERAPIAS (Mario Benedetti)



INVITADO ESPECIAL
RAÚL HERAUD (LIMA, 1970)

Poeta, Licenciado en psicología. Ha publicado los poemarios “Hecho de Barro” 2001 y “Respuesta para tres o cuatro” 2002 bajo el fondo editorial de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, “El Arte de la Destrucción” 2006 (Premio “Hermandad Latinoamericana”, otorgado por la editorial Creadores Argentinos – Buenos Aires, Argentina). “Teatro de la Crueldad” 2009 (Afa Editores), presentado durante la FIL de La Habana Cuba. Ha sido incluido en antologías sobre Poesía peruana como “El ojo de la aguja” (U.I.G.V. 2003), “Ríos viejos voces nuevas” (Casa del poeta peruano 2004), “Cuentos Reales” (U.I.G.V. 2005), “Manual de Literatura Peruana” (Afa Editores 2008). Técnicas de Restauración Poética (ediciones Altazor 2008), Antología Poetas del mundo– Revista Hispanoamericana de Literatura (Afa Editores 2009).Antología internacional 2009 -editorial Ediciones Jaguar, México. Parte de su trabajo poético se encuentran en Diarios y revistas de la capital y de diversos países como Argentina, México, Chile, España, Cuba, Brasil. Poemas suyos fueron traducidos al catalán, italiano y portugués. Ha participado en festivales de poesía tanto en Perú como en España, Argentina, Brasil y Cuba.
En el mes de diciembre presentará en la Feria del Libro su 5to poemario titulado “Orange Ode” Editorial Mesa Redonda.


























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EL ILUSIONISTA

Puedo encontrar en tu piel el signo suplicante de un moribundo
cayendo desde el cielo al estruendo persecutorio de tus días
recordando rostros huecos flores muertas
olvidando papeles incontables donde confundes
el significado de tu palabra insana

puedo entender el caos
el ojo vigilante
la tribu panóptica de la que te escondes a diario

el diván donde a gritos suplicas cordura
está plagado de trampas y cobayos
microchips con incisiones edípicas
tanáticas como las ideas que gobiernan tu mente

puedo verte huyendo con traje de demonio
máscara acorde con tu paranoia
con los fantasmas que cobran vida tras tus infinitos desvaríos

siempre habrán ojos delirantes delusivos
carcajadas huecas en la soledad de tus noches
pánico nocturno de luces encendidas
ilusionistas de alas rotas
conspirando contra tu loca idea de cambiar el mundo

todo concuerda dramáticamente ángel caído

grito de voces calladas
aguardan a que comience el show.




RAÚL HERAUD



TU NOMBRE ES FELICIDAD
Tu nombre es felicidad
en mi pecho
en cada instante
de mi vida
para saber que estoy vivo.

Esta vida
que es más vida
cuando brillan mis ojos
y es mas intenso
el volver a verte
y saber que no
hay mar
si las olas no
remecen su extensión
y estoy abrazado
como un beso al
saltar en cada instante
olvidar el tiempo.

No hay medida
para establecer
la satisfacción en la comisura
de mis labios
y a pesar del frío
yo me aferro
a que no hay
sentir más grande que el que tengo.

Ya no poseo
más riqueza
que este corazón entregado
por ti
para tener la dicha terrena
de poseer
lo que es sueño, sin ser sueño
para crear una gran fantasía: eres tú.
20/07/09
JULIO BENAVIDES

EL VUELO



Cual de tus lágrimas pronuncie
El labio de la ternura
Conciencia de un tronco derribado
La plenitud de tardes de sol
Mundo o carta del tesón
Caballo blanco yendo por la playa
Pronuncio un albedrío silvestre
Que encontré en mi jardín
Así como se abren las flores
Así te sonrío yo
Así se abren las flores en las paredes de mi casa
Mi balcón sólo canta al espíritu
La libertad que en mis brazos voló
Un paso, una inspiración
Un ejército de alas amigas me llevan con su canción.



HENRY MIRANDA YPARRAGUIRRE



















LIBREROS HERIDOS



Aniversario
Anacreóntico
Inmisericorde
Fulminante
Estallante
Cual lunas polarizadas
Acariciadas
Por dinamita.
Restos de libros, libreros e ideas aún
Por desencadenar
Cual wáter amarillento.







LEWIS CALDERÓN RÍOS



















LA CITA


Será una conversación en una mesa
tu mirada, ¡qué mirada tan tierna!
yo con el corazón en la mano.

Será un regalo
para cada instante de mi vida
abriré los ojos
y tu dulce sonrisa
hará felicidad y contento
en todo mi cuerpo.

Tendré en cada instante
las palabras que atropellan
y tú pícara sonríes
me arrebatas tanto
que vivo elevado
en el cielo.

Estás frente mío
y yo me acerco
tú callas
porque no se lo que piensas
pero intuyes
que mi pecho
tiene un corazón robado
que es parte tuyo
desde este instante, desde este precioso instante.


13/09/09


JULIO BENAVIDES





EL VUELO DE ÍCARO

Dédalo no volvió a alzar vuelo
aunque el arte de fungir inmortalidad
lo haya llevado a extremos inimaginables

el fin de las utopías
la caída de Dios….

qué esconde la dualidad del mundo
qué los infinitos laberintos
detrás de los espejos….

a un segundo del vuelo
la quietud es paranoide
todo sentido real se quiebra
vidas sucesivas y maníacas
construyen mundos irrepetibles
generando infinitas formas de terror

efímera y frágil es la condición humana
compulsivo y salvaje todo cuanto es
y existe….


Ícaro
no hay escapatoria real
cuando el cepo es
la mente.




RAÚL HERAUD




LA DERROTA DEL ASESINO.

Asesinaron al poeta. Han tirado por los suelos a sus bustos.
Han incendiado los escritos y huesos de los autores.
Han pisoteado sus memorias. Inclusive se han ensañado con las cenizas.
Han derruido el bosque de los centauros, han derrumbado el laberinto
del Minotauro, han capturado a la malignidad con la maldad.
Graniza sangre, la sangre es
la tempestad, la quintaesencia, el sentimiento y la razón de la
vampiresa. La vampiresa me arrastró a su cuello, a sus besos, a su
sexo húmedo. La niebla es el amanecer, es la luz de la secreta noche.
La nocturnidad es una flor, las flores son noches desenfrenadas. Han incendiado
las chacras donde bebían las neblinas entrecortadas. Encima del ataúd
reposan las delgadas visiones de las selvas, visiones aturdidas.
Vampiresa, la fuerza del mal es el collar que portas en los días de aullidos
ensangrentados. Los esqueletos se lavan los huesos en las
aguas de la orfandad y del miedo, en los recuerdos del terror y en
el olvido de la memoria. Marchaban seres descuartizados, degollados,
desollados, ahorcados, fusilados, torturados… En el arrecife espectral
brincaba la garúa descorazonada. El torrente de agua olía a bostezos
de cementerio. La nada y la muerte danzan sobre un velo blanco,
sobre un velo negro, las calaveras marchan tras las colinas. Los
truenos, las tempestades, han sustituido a las estrellas. ¡Quién diría
que los cuervos se detendrían alrededor de las orugas, con dientes
de cobre! El cedro se cubría de campanas encendidas, los alientos
despojados entre los suspiros de las Esfinges. Los postes amanecieron
ahorcados, el tumulto no sólo se produce en las revoluciones. ¿Quién
es el auténtico revolucionario? ¿Dios o el ángel caído? Si toda
revolución, forzosamente, produce muertes, habrá que reconocer que
Dios es el más grande de todos los asesinos. Dios era el mal y el Diablo
era el bien, me lo confesaron los ángeles que huyeron de la tierra. Dios
emprendió una infatigable y sangrienta casería sobre éstos. Dios afirmó
Que los ángeles eran hechiceros endemoniados: o sea, encarnaciones del
mal. Los ángeles son seres inferiores, puesto que son una simple imitación
de los humanos. Estas criaturas están hechas a imagen y semejanza de
las personas, de nosotros. O sea, los humanos somos sus protectores, sus
modelos, sus gobernantes, y no al revés. Esta verdad, ha sido
ocultada por el máximo delincuente: Dios. Aquel ser miserable, celoso e hipócrita,
desde el principio de los tiempos, sintió envidia del hombre.
Por eso mismo creó la fábula del pecado original y del diluvio universal,
y de Noé, y demás fantasías absurdas, color ortodoxia religiosa, azufre
y desolación. El reino es del hombre y no de los cielos, ni de los ángeles, ni
de los dioses. Pues bien, las personas salvaron a los ángeles. Se apiadaron
de ellos. Eso trajo como consecuencia que se produjese un enfrentamiento
insalvable entre el hombre y la Bestia (o Dios). Los ángeles estuvieron
a punto de extinguirse, pues su gran enemigo no les daba tregua. Por
consiguiente, los humanos, con valentía, hicieron buen uso de su ingenio. Dirigieron
a Dios cuatro grandes razones, cuatro grandes armas: el arte, la ciencia,
la pasión y la razón. Aquella criatura inmunda, autotitulada Dios,
vociferó desesperado, molesto.
Esta criatura inmunda con aspecto de gusano y excremento, al verse
arrinconado, desapareció sin dejar rastro alguno. Regresó a la nada,
ya que Dios es nada. Hoy en día los ángeles sirven al hombre, y lo
imitan. De hecho ellos son muy conscientes de que la máxima belleza
sólo encarna en la mujer de carne y hueso, y no en otro ser.


JOSE MARÍA ZARATE